lunes, 30 de noviembre de 2015

PRESENTACIÓN DEL NUEVO LIBRO DE JOSÉ ANTONIO AGUILAR


“…Y EN EL CENTRO EL AMOR”

Mucho se ha escrito sobre el amor, a través de la historia. Pero como la historia sigue, el amigo José Antonio también lo hace; y sigue dejándonos las puertas abiertas para que continuemos buscando, dudando e indagando…

De todos modos, a mí me parece que es un tema del que no es fácil decir, acertadamente, lo que nos hace percibir este sentimiento que ¡puede alcanzar la más alta cima o la más definitiva y profunda de las simas!





¿Por qué?

En primer lugar, porque (como dice José Antonio Aguilar) el amor tiene muchas vertientes. Tantas que, pudiendo ser el centro de todo, fuerza cósmica que lo aglutina todo, vínculo fundamental de la unidad universal…, también nos puede llevar a arrastrarnos hasta la demencia, a la infelicidad, al desastre.





Pues el Amor marcha paralelo, seguramente unido al Eros. Y con ello, amar es atracción física, es pasión, es goce de la posesión.

Quizás hasta gritar:
“Quiero ser la nube
que robe tus sueños
y funda en mi pecho
los tuyos y los míos…”



El “problema” del amor es que para que se dé plenamente, tienen que coincidir, al menos, dos personas:

Por una parte, alguien capaz de ofrecerlo. Y, del otro lado, alguien capaz de acepar ese amor. Pues…, si no hay quien esté para recoger las flores ¿para qué cortarlas y convertirlas en un ramo?, ¿a dónde va el amor… si no existe un alma dispuesta a recibir el racimo de sentimientos que se le ofrece?

El poeta dirá:

“… no me pidas que niegue de tu amor,
no me pidas jamás que no te quiera.”

“… no rompas con tu ausencia
la alegría…”

¿Cómo lograr cerrar ese “circulo” que cierra la auténtica aventura humana de amar y ser amada o amado?
Cuando salta la chispa, cuando Cupido lanza su envenenado dardo, la persona enamorada ¡ha de poner todo su empeño!, y esperar ¡a que la diosa Venus lo haga posible!
Pues:

“El amor es bandera
clavada en el costado de la vida.”
A veces quien se enamora, puede sentirse abducido (nos dice el poeta autor) pero yo creo que esta abducción no es amor, sino rendimiento.
Claro que ¿no tiene algo de capitulación, de cesión, de entrega sin reservas esto de amar…?
Podría decirse:

“Dime tú que eres mi esencia,
en quién con calma confío
como encauzar este río
que deriva mi existencia.”

Como aparece en el prólogo del libro que hoy sacamos a la luz:

El poemario de José Antonio no es para leerlo… ¡es para sentirlo! Acaso para soñarlo tantas veces como sea posible.

Pues tiene “caminos de triste ausencia” y también tanto “perfume conocido…”
“Una rosa.
Una espina.”



  

“…Y EN EL CENTRO EL AMOR” es un gran libro de poesía que, bien podría ser un libro de estudio para mucha alma reseca y mustia de importante parte de nuestras nuevas generaciones… que, acaso, ya no sabe lo que es “enamorar-se” de la belleza que está en vivir, soñar, desear.

“Poesía eres tú”, decía hace dos siglos, el insigne poeta sevillano Gustavo Adolfo.

¿A quiénes le sale de lo adentro, decir ahora, ya en la segunda década del siglo XXI, algo así como: No me preguntes nada…, yo te miro y puedo decir “tú eres poesía”?

Pues sí, José Antonio, lo siente y manifiesta que hasta son razón de su esperanza, pidiendo:
“No faltes a mi ventana cada día,
no olvides en la noche mi palabra,
no rompas con tu ausencia mi alegría,
no dejes mi cosecha abandonada…”  

O, tal vez, acaso:

“Estoy buscando por los ángulos del alma
el dulce gozo de los besos que te di
porque hallarlos significa hallar la calma
ganar de nuevo los anhelos que perdí.”

 “Estoy buscando en el latir del corazón
aquellos ecos que me hablen de tu vida…”

O, simplemente:

“Quisiera ser tu camino,
tu casa, tu tiempo…”



Después de su atrevida exhibición, en “RAMPA”, abriendo su alma con palabras hechas auténtica poesía,  este hombre, enamorado de la vida y la belleza, nos trae ahora otra, no menos intimista, una colección de palabras abrazadas y tan bien compenetradas hasta hacerse un libro entero versos… ¡Y en el centro el amor!

Claro que “el amor tiene muchas vertientes” y para llegar a él, también muy diversos caminos.








José Antonio, nos lo recuerda… y hasta demuestra con este hermoso libro de poesía con olor a mujer, querida, deseada y también amada.

Sea ésta una ocasión para recomendar su lectura y disfrutarla… mejor si es estando en buena compañía.



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