NACE
“DESDE LO HONDO”
Un nuevo libro de José-María Fedriani
que, pronto, puede estar en las manos de los amantes de la literatura poética.
La intención del autor es desear que cada
persona descubra y sienta el valor de toda vida: gran don que, a veces, lo percibimos
como un regalo, pero que también hay otras ocasiones en que… o no nos damos
cuenta del valor que tiene, o nos falta el coraje de aceptar que ese obsequio
se nos ha dado gratuitamente; prefiriendo no reconocerlo, como si ello nos fuese
a exigir una respuesta tal que pensamos que no sabríamos cómo corresponder a
esa vida que nos ha sido regalada.
Porque sucede que, unas veces por causas
ajenas, otras por distracción, acaso hasta por temor..., no dedicamos
suficiente tiempo a pararnos a escuchar las palabras que nos dice el corazón.
Como también hay momentos (cortos,
largos, pasajeros, indefinidos…) en los que, distraídamente, no somos
conscientes de que vivir no es quedarnos, únicamente, en disfrutar de los
acontecimientos, de las oportunidades de ser felices que se nos presenten;
sino, también, de trabajar por la felicidad de los demás seres humanos con
quienes nos tratamos.
El libro es, pues, una invitación a soñar,
a vivir con ilusión: Ilusión de vivir son sentido, ilusión de saber que todo
tiene una razón de ser. Y, con ello, ¡disfrutar de cuanto nos ofrece la vida!
Siempre manteniendo viva la esperanza de
que se realice…, ¡siquiera algo de lo que soñamos!
Mirando la vida, atentamente, podremos
descubrir, siempre, ¡lo que está en nuestro adentro, en lo hondo de nuestra
alma! Pues es en lo más profundo de nuestro ser donde se encierra “lo
esencial”.
José María se desnuda ante sí mismo y
ante quienes se atrevan a recorrer esta aventura de ahondar la propia intimidad
con esta colección de 75 poemas. Ofreciendo, dando intimidad (¿intimi-dando?),
hasta profundamente lo que a él le mueve (su “tesoro escondido”) para gozar la
vida con alegría y esperanza.
Como piensa el autor, realmente es una
gracia haber tenido la oportunidad de saber descubrir la belleza… Y no sólo la
belleza que se palpa, la que es fácil percibir al abrir los ojos y oídos; también
la de poder descubrir gestos hermosos, sentimientos, entregas generosas en las
personas que no dejan de hacer algo para que el mundo sea, cada día un poco
mejor.