Ácido
desoxirribonucleico
(poemas con instrucciones genéticas)
La identidad del ser, el
sentir que llegamos a ser quienes, de verdad somos,... es una tarea de búsqueda
incesante que nos ocupará, quizá, toda la vida.
Es una tarea a la que no
debemos renunciar, nunca.
La identidad de nuestro
propio ser, la encontraremos no sólo en el interior de uno mismo. También en la
relación con los otros seres humanos; ya que, frente a ellos, es dónde nos
descubrimos “alguien” diferente: con ellos, nos realizamos, en la búsqueda de
nuestra identidad; y, a partir de ellos,
se hace nuestra vida una “aventura” con plena razón de ser.
Nuestra identidad es cuanto
logramos ir siendo... Y es, desde ahí, donde encontramos el motivo de nuestra
felicidad: llegar a ser en plenitud.
Este libro de poemas (más de
un centenar) dividido en varios “capítulos” (“Documentos de Identidad”, “Espero
y creo”, “Abierto a la Esperanza y al Padre-Madre-Dios”, “Aquí y Ahora”,
“Confesiones en voz baja”, “Amigabilidad a flor de piel”) se convierte en un baúl
cargado de vivencias que seguro llevará a quienes son los amantes de la poesía,
a disfrutar con los páginas.
Como
muestra, aquí va uno de los poemas que José-María Fedriani nos trae en este
nuevo libro:
EN EL CAMINO HE COMPRENDIDO...
Andando por el camino de la
vida,
he comprendido
que, a lo largo de ella
(de la nuestra existencia),
hemos de ser como el callado
que el caminante utiliza...:
que lo coge
cuando lo necesita;
y lo deja, de nuevo,
al borde del camino, libre,
para que lo pueda utilizar,
de nuevo,
quien, así mismo, lo
necesite...
Compañero, a veces afable,
otros silencioso y
escuchadero...
Siempre disponible
para ser útil; válido,
servicio permanente...
Porque creo, he comprendido,
que soy patrimonio de todos,
y a todos he de servir.